miércoles, 23 de mayo de 2018

EL DIOS DEL ESPACIO


Érase una vez un niño llamado Yanekrok, que tenía un problema de cáncer. Un día le cayó un rayo en la cabeza, se murió y se convirtió en el dios del espacio. Allí encontró a la reina del espacio, llamada Amerín. Se conocieron y se hicieron amigos, un año después estaban prometidos, se casaron y tuvieron dos hijos muy rebeldes.
Un día sus hijos estaban jugando a tirarse piedras del espacio (meteoritos) y una de ellas se les desvió y fue hacia la Tierra. Tardó diez días en llegar y cayó en la Península del Yucatán, allí había muchos dinosaurios y al caer ese meteorito tan enorme produjo un enorme cráter, seguido de una gran explosión y se formó una enorme nube de polvo. Todos estos fenómenos supusieron la extinción de los dinosaurios.
Dos mil años después los hijos de Yanekrok y de Amerín se convirtieron en mayores y tenían unos poderes de tirar rayos. Un día se enfadaron entre sí y se pusieron a tirarse rayos y como el pequeño no tenía mucha puntería, se le desvió y fue a parar a la Tierra y cayó en un árbol. Siguieron horas y horas peleando y Yanekrok les separó con su fuerza bruta. Al día siguiente el hijo tiró un rayo a la tierra porque estaba enfadado y cayó encima de un animal. Los hombres de las cavernas probaron la carne a la brasa y les gustó. Cada vez que cae un rayo para los humanos es una alegría. Y desde entonces, no volvieron a comer la carne cruda.


FIN
KENAY DIEGO (1º B)

Resultado de imagen de GOHAN

1 comentario:

  1. kenay gracias a ti ahora sabemos porque la carne esta tan rica. me ha gustado la historia.
    kevin saiz 1b

    ResponderEliminar