LA LLAMADA

De repente me desperté. Estaba completamente sudado, de los pies a la cabeza, y el sueño me había parecido eterno... En otras palabras, había sido una pesadilla. Me sentía aterrado, no podía mover ninguna parte del cuerpo. Sentía tanto miedo que estaba paralizado, mientras una espesa gota de sudor me resbalaba por la cabeza. A pesar de este negativo sentimiento, me levanté.

         Ese miedo que me recorría por el cuerpo no desapareció. Al contrario, se hacía más grande. Ese sueño había sido tan real... Yo no podía aguantarlo. El no hablar con nadie me ponía más nervioso, no sabía si me hiba a dar un ataque de ansiedad o algo por el estilo. Quería hablar con alguien... Hasta que algo lo cambió todo.

         Una llamada. Me sentía tan desconsolado que sin dudarlo agarré el teléfono y me lo puse lo más cerca de la cara posible. Seguía sintiendo el miedo, pero ahora tenía más seguridad. Agarré el teléfono con fuerza y dije: -¿Hola?-. Nadie respondió. Entonces repetí: -¿Hola?-. Nada. Miré a mi alrededor. Había cosas que antes no estaban. Había notas por todos lados. Por tanto, por pura curiosidad agarré una nota doblada y la desplegué. La nota estaba manchada de sangre, y lo que se podía leer eran unas simples palabras: <<No respondas a la llamada>>. O no... Muy tarde. Unos segundos después escuché unos pasos aproximándose. Lentamente giré la cabeza y...

         De repente me desperté. Estaba completamente sudado, de los pies a la cabeza, y el sueño me había parecido eterno... En otras palabras, había sido una pesadilla. Me sentía aterrado, no podía mover ninguna parte del cuerpo. Sentía tanto miedo que estaba paralizado, mientras una espesa gota de sudor me resbalaba por la cabeza. A pesar de este negativo sentimiento, me levanté.

JAVIER SEGURA 1º ESO B