Las luces se
apagan, se hace el silencio y se empieza a escuchar una canción siniestra.
Todos estábamos pasándolo bien hasta este momento.
Es lunes por la tarde y toda la
clase hemos quedado en la estación de trenes para ir a “Lastlife”, un pueblo que hay a las afueras de nuestra ciudad.
Estamos haciendo una especie de excursión de dos días, para celebrar que hemos
ganado un premio de cuentos de terror. Nos vamos a un pueblo abandonado en el
que nos han dicho que no hay nada. Ni agua, ni luz, ni casas… NADA.
Ya estamos aquí y no está tan mal
como esperábamos. Hay casas en las que nos vamos a hospedar, ya que están
vacías y hay un hombre muy mayor viviendo en una de ellas. Las casas están
vacías en sentido de que no vive nadie porque en cada una de ellas hay cuatro
dormitorios con ocho literas cada uno, tres baños, un salón y una cocina. No
nos podemos quejar.
Hemos llegado más tarde de lo previsto, son las nueve y media de la
noche y mi profesora Katy y yo estamos preparando unas pizzas y tortillas.
Cuando voy a meter la pizza en el horno, me doy cuenta de que hay una muñeca.
La saco y la tiro a la basura. Una vez hechas, llevo una al señor que vive
allí, Joaquín. En su casa veo algo desconcertante. La muñeca que había tirado
hacía quince minutos, estaba en su sofá, aunque prefiero no comentarle nada. Ya
es hora de cenar, así que me despido de Joaquín y me voy. Empezamos a cenar, a
contar chistes leyendas, historias de miedo…, cuando veo algo desconcertante.
Detrás de Pedro, mi compañero hay un cuadro en el que está dibujada una muñeca,
la misma que había visto anteriormente. Confusa, intento no buscar
explicaciones y empiezo a jugar a prueba o verdad con mis amigos. Nos lo
estamos pasando genial, es uno de los mejores días de nuestra vida. Son las
doce de la noche y ya es hora de irse a la cama, así que jugamos una última
ronda.
-
Me
toca- digo.
-
Vale-
contestan todos al unísono. Pedro es el encargado de poner las pruebas.
-
Vete a
casa de Joaquín, llámale al timbre y vuelves.-ordena.
Voy aunque un poco
aterrorizada porque ya son casi las doce y media de la noche. Una vez hecho,
vuelvo corriendo y todos nos reímos preparados para ir a la cama cuando de
repente las luces se apagan, se hace el silencio y se empieza a escuchar una
canción siniestra. Toda la diversión que teníamos se desvanece por completo
cuando vemos la figura de una muñeca matando con un cuchillo a Joaquín.
Pasados cinco minutos, todos estamos
petrificados, sin aliento. Decidimos olvidar todo, irnos a la cama y desear que
todo hubiese sido una horrible pesadilla. Cuando pasadas diez horas, me levanto
están todos muertos, excepto yo. Lo único que hago
es hacerme preguntas. Ahora, ¿qué voy a hacer? ¿A dónde voy?
CLAUDIA MORALES 1º ESO B
ME ENCANTA,ME HAS DEJADO CON LA INTRIGAA
ResponderEliminarSOFIA 1B
Me ha gustado mucho yo iria y echaria a la muñeca al vater
ResponderEliminarme ha encantado y muy entretenida
ResponderEliminarah y me has dejado con iuntriga
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