Desde el momento en el que nací,
fuiste siempre exacto,
como aquel día en el que amanecí,
en este mundo abstracto.
Fuiste creciendo conmigo
durante todo este tiempo,
como un gran amigo,
de esos que no se lleva el viento.
Tic tac, tic tac,
tus latidos suenan sin parar,
cada vez los siento más,
ahora que sé que te vas.
No miraré atrás,
aún sabiendo que tú,
mi reloj,
te irás y no volverás.
CLAUDIA MORALES Y LUCIA ELIZALDE, 1º ESO B
Soy Estela, el poema es precioso
ResponderEliminaresta muy bien hecho cruks
ResponderEliminarkevin saiz 1b
esta muy bien hecho cruks
ResponderEliminarkevin saiz 1b