El rapto del agua

Un día mientras Gemilna paseaba por los verdes pastos del Sahara vio movimiento en un arbusto de repente el arbusto se incendió y de la llamas aparecieron cadenas que se llevaron a Gemilna al territorio del fuego.  Cuando Rankume se la llevó, dejó en sequía continua a todo el Sahara, todo lo que antes fue  verde y vivo, ahora, solo estaba seco y muerto.- Dijo Shyla con tristeza contándole a su tía el viento la historia de su madre.

-Si ella todo está seco y muerto, mis pájaros necesitan su agua. Y tu pueblo, también.-

Pero ella no se quedaría parada viendo como todo moría. Ya habían pasado varias semanas desde que Shyla, se fue en busca de Rankume, quien por su culpa el pueblo de Hasminters y todo moría.

Shyla llevaba todo lo que necesitaba: su doble lanza, mapa y comida. No necesitaba nada más ya que ella al igual que su madre tenía poderes sobre el agua,  y el agua gana al fuego  no es al revés. Por un momento pensó que estaba teniendo alucinaciones pero lo que estaba viendo era real, era el palacio de Rankume.

Shyla llevaba meses buscándolo y por fin lo había encontrado. Casi se cae del camello de la emoción. Cuando se acercaba al palacio, se dio cuenta de que el fuego se iba disipado, y, se podía ver con más claridad que eran plantas, y no fuego, como pensó la primera vez.

Ella pudo ver quien estaba sentado en el trono y no era el dios del fuego sino el de la tierra, también pudo ver que su madre y a Rankume, enjaulados como pájaros. Shyla miró con cara de horror a quien estaba sentado en el trono, ya que era el mismo hombre que la había cuidado tiempo atrás… Su tío. Ella luchó hasta que su madre habló. Y llegaron a un acuerdo, Gemilna dijo que ella le prestaría todo su poder, pero un par de meses al año, tendría que volver a su pueblo con su hija y su amado. Y él aceptó.

Por eso un par de meses al año hay una época de lluvias en África que traen consigo vida.

CRISTINA VÁZQUEZ 1º ESO A