UN HOTEL NO MUY NORMAL

             Era viernes 30 de octubre, un día antes de Halloween, cuando Julia y James iban de viaje con su familia al hotel Bloguest de cuatro estrellas. Los padres de Julia, James y el pequeño Petter habían estado ahorrando mucho para este viaje y estaban muy ilusionados.

             Después de cuatro horas de viaje por fin llegaron al hotel. En cuanto a la limpieza y el estilo el hotel era una verdadera maravilla. Una vez en recepción les atendió el Sr. Marc, el botones, muy amable y educado; por el contrario, Gladi ; el recepcionista, era un amargado.

             Una vez en la habitación 119, que fue la que les asignaron, el Sr Marc se dirigió hacia Julia y Jame y en voz baja les susurró al oído:                      - Tened cuidado con la noche de Halloween, no sabéis lo que este hotel esconde…                                                                                                            Los dos estuvieron todo el tiempo pensando sobre esto, pero tendrían que esperar al día siguiente.

              Ya llegó la noche de 31 y James y Julia estaban impacientes por ver lo que sucedía cuando empezó a tronar. Salieron al pasillo para verlo mejor y cuando fueron a coger el ascensor se encontraron un espectro diciendo:                                                                                               - Voy a por vosotros… y luego desapareció de repente.                                          James y Julia salieron corriendo a su habitación para contárselo a sus padres, pero cuando estaban delante de esta cayeron por una trampilla.

-¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhh! , se puso a gritar Julia asustada. James, que veía su cara de terror le dijo:                                             - Julia no te preocupes, saldremos de aquí, te lo prometo. Entonces se pusieron a andar por un pasillo larguísimo hasta que llegaron a una puerta metálica.

             A continuación, la abrieron y… se encontraron con 3 puertas más.                                                                                                                          - ¿Esto es una brome de mal gusto o qué? - dijo James un poco cansado. Julia, entonces, leyó una carta que había enfrente y decía:

Escoged la puerta correcta o, si no, tendréis un grave problema. James y Julia estaban asustados, ¡qué digo asustados!, ¡aterrorizados! No sabían qué puerta escoger, todas eran iguales, `pero entonces Julia recordó lo que les dijo su madre para reconocer la puerta de su habitación del hotel.

Finalmente se decantaron por la tercera puerta, que la puerta de su habitación también era la tercera de la fila. Cuando la abrieron, una mano desconocida les atrapó hacia dentro y allí estaba… ¿el espectro? Empezaron a correr, pero no había salida. Cuando el espectro les atrapó, James y Julia se esperaban lo peor y entonces dijo:                                                                                                                  -James, Julia, soy yo, Marc, el botones solo es una broma que organiza el hotel a algunos huéspedes.                                                                          - ¿Qué? - dijo Julia asombrada.                                                                                        Eso, que es una broma, contesto el botones.

                Ya había pasado una semana desde esto y James y Julia no lo asimilaban. Lo único que sí sabían, era que no volverían a ese hotel nunca más. Y al botones Marc, que al principio les parecía un santo, ahora no le querían ni ver, de hecho, les caía mejor el amarado de Gladi, que por lo menos no hacía nada.

                                                                               FIN

ELENA JARAIZ 1º ESO B