Érase el 31 de octubre de 1997, la noche de Halloween. Dos niños disfrazados habían salido. Los niños se llamaban María y Pablo y en ese momento se encontraban en un cementerio.
De repente escucharon un ruido y fueron a mirar qué era. Cuando encontraron de donde venía se quedaron asustados porque vieron a un muerto salir de su tumba. El muerto les vio y empezó a perseguirles, María y Pablo corrieron a toda velocidad pero, sin embargo, el muerto alcanzó a Pablo. María cuando vio que estaba sola, y asustada se escondió detrás de un árbol. El muerto sabía que María todavía estaba por su cementerio, entonces empezó a buscarla, Buscó y buscó y al final la encontró y la dijo:
- ¡Fuera de mi cementerio! - gritó enfadado
- ¿Por qué? – preguntó María asustada
- Porque yo vivo aquí – respondió
María corrió asustada y salió de allí.
Salió del cementerio, pero ella no sabía dónde estaba Pablo. Quizá estaba en el bosque de al lado. María fue allí porque no quería perder a su amigo entonces gritó:
- ¡Pablo, Pablo! – exclamó asustada
Pablo al oír eso salió de donde estaba escondido, se encontraron y se fueron juntos.
Sara Ezquerra 1ºC
Esta historia es un poco rara porque aparecen en el cementerio de la nada. Pero me ha gustado y pienso que en un futuro te dedicaras a hacer cuentos.
ResponderEliminarGabriela Horna 1ºC
Es imaginativo
ResponderEliminarEs una buena historia porque me pongo en la situacion de María y está bien/Diego González
ResponderEliminarDiego Bravo 1ºa: el cementerio luele ser un vuen hacto de terror
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