UN NEGOCIO TERRORÍFICO

 

Antes de empezar yo era un monstruo bastante feo y asqueroso, tenía un amigo que era un niño. Pero una vez mi amigo se golpeó muy fuertemente y murió en el acto.

 

Ahora en el presente, yo vivo con el espíritu de mi amigo en una casa abandonada que ahora se ha vuelto encantada. Nosotros hacemos una vida terrorífica y anormal que en resumen es comer y dar vueltas por la casa hasta que sucede algo que no nos esperábamos. Recibimos una llamada en la puerta de casa en Halloween, es decir, el truco o trato. Nos asombramos y fuimos a ver quien estaba llamando. Miramos por la rejilla de la puerta y vimos a un grupo de niños disfrazados, lo que hicimos fue salir tranquilamente y darles chuches. En cuanto se las dimos, nos dijeron que qué buenos disfraces teníamos y nos intentaron quitar la careta. Cuando se dieron cuenta de que no podían quitarnos la máscara se dieron cuenta de que no éramos humanos. ¡Gritaron súper fuerte!¡Ahhhhhhhhhhhh! gritaron todos a la vez y salieron corriendo. Todo sucedió muy rápido. En escasos 15 minutos se armó un escándalo. Vinieron unos 10 coches con cámaras y micrófonos. Les intentamos asustar pero ya se lo esperaban y no se inmutaron. Pero ellos no querían cazarnos, solo querían tener un pequeño trato con nosotros.

 

Mi amigo y yo finalmente acabamos en un negocio de pasaje del terror con la prensa y los niños. ¡Nos hicimos famosos por ser un monstruo y un espíritu buenos! Todo fue muy divertido y dimos algún que otro susto.

 

DIEGO SANTIAGO ROBLEDO 1º C