Jack era un niño normal con una vida normal. Siempre se
está quejando. Pero un día…
Se levantó a las 7:00 a.m, normal (como siempre) con el
chirriante despertador. Su madre le había preparado el desayuno y se había
marchado a trabajar a ese pequeño y grasiento bar. Su padre trabajaba en un
hospital y le veía muy pocas veces. Pero bueno volviendo a la historia, le
había preparado gofres con sirope y chocolate (cosa no muy normal).
Después se marchó al colegio andando (como un día normal).
Era muy extraño no se oía nada ni se veía un alma, solo se escuchaba el
susurrar del viento a lo lejos. Los árboles se sacudían y las luces de las
farolas se encendían y apagaban.
Entró corriendo al colegio porque ya llegaba tarde. Pero
en la clase de mates no había nadie solo unas pequeñas manchas rojas en el
suelo. Pensó que era pintura y se marchó a buscar por los pasillos una señal de
vida.
De repente oyó unos
gritos en la clase de química. Se asomó un poquito por la puerta y vio…
¡Un fantasma! Delo rápido que echó a correr, solo pudo ver
un tacón y lo que creía que era sangre.
Los zapateos al correr alarmaron al fantasma, que le
persiguió por todos los pasillos, hasta al fin arrinconarlo.
Cuándo Jack pudo mirarle a la cara descubrió que era su
hermana pequeña, hasta reconoció su pequeño osito de peluche. Cuando la miro a
la cara vio un agujero de bala en su frente y que tenía su camisón lleno de
sangre.
¿Qué estaría haciendo, por qué tenía un agujero de bala,
por qué era un fantasma?
De repente la hermana sacó una navaja y…
Se despertó todo había sido todo una pesadilla, la mente
le había jugada pasada y todo por ver esa estúpida película de miedo.
ESTELA CUEVAS 1º ESO B
Me ha gustado mucho la historia. Engancha bastante.
ResponderEliminarIrene Prieto 1Bº