Cuentan las historias, que hay un
manicomio en un bosque de pinos en el que dicen que hay enfermos que, en un día
de hace unos 20 años, unos científicos intentaron curar, pero todo salió mal y
ahora vagan por el enorme manicomio en busca de gente que, perdida por el
bosque , cometa el error de entrar.
Hace unos años un reportero, cuyo
nombre nadie sabe, quiso ir para hacer un reportaje que cambiaría su vida para
siempre.
Él iba en su pequeño coche por las
carreteras, que llevaban años sin ver a un solo ser vivo pasar por allí. Llego
al manicomio a las 5:00 de la tarde, pero bajo el espesor de los arboles no se
veía prácticamente nada y únicamente armado con su cámara entro por una ventana
alta. Allí dentro solo se veía oscuridad, pero gracias a la visión nocturna de
la cámara pudo llegar a la puerta. Entró
y se vio rodeado por pasillos en todas direcciones. Fue por el que le parecía
más seguro, al ir por el pasillo sintió un escalofrío y seguidamente apareció
un deformado hombre que le agarró y le lanzó al suelo. Él empezó a correr sin
parar hasta llegar a una habitación llena de taquillas.
Se metió en una y cerró despacio intentando no hacer ruido, esperó, y al ver a ese enorme hombre a través de la rejilla de la taquilla entrar por la puerta contuvo la respiración. El hombre abrió una taquilla cercana y la que estaba al lado pero, definitivamente, se rindió y se fue.
El reportero salió rápido y escapó.
Siguió por los pasillos hasta que vio un mensaje que decía “sigue la sangre si
quieres sobrevivir”.
Siguió la sangre huyendo de hombres parecidos al anterior
hasta llegar a una habitación en la que había un hombre anciano sin ojos y con
una bata de laboratorio llena de sangre le dijo:
-Con esta llave podrás abrir la puerta
de salida, pero tienes que encontrar el ascensor, activarlo e ir a la planta 0,
ahí verás en frente tuyo la puerta de
salida, sal rápido y vuelve a cerrarla.
El reportero cogió la llave y salió
corriendo, fue en busca del ascensor de planta en planta, llego a la planta
-12, vio el ascensor y entró, después de haber encendido el alimentador de
electricidad.
Subió en el ascensor y llegó a la
planta 1, las puertas se abrieron pero, al momento, se apagaron las luces del ascensor y el ascensor cayó
hasta la última planta en la que una avalancha de enfermos se le comieron sin
piedad.
Nadie ha visto el cadáver pero todas
las noches, en el bosque, se oye el sonido de la cámara de video grabando desde
la la oscuridad.
ISMAEL BASCONES 1º ESO B
este comentario es positivo, xd.
ResponderEliminarEstá chula la historia
hola mala historia
ResponderEliminarPero cuanto dura la batería de la cámara para que se siga oyendo jaj
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