Claudia, (la madre de Kevin) tuvo una
gran idea. Llamó a todos las madres del grupo de amigos y les comentó que el
día de Halloween podríamos salir de excursión. El problema era que ninguna
madre podía ir menos Claudia. Así que Claudia nos iba a “proteger” esa noche.
Llegó el día y ya era por la tarde, nos
estábamos preparando una vez listos comenzamos el viaje del monte real conocido
mundialmente como el Monte Muerto.
Estuvimos caminando un rato, pero
sentíamos que algo no iba bien, algo sucedía en aquel monte. Lo descubrimos
minutos más tarde.
Caminamos un poco más y nos adentramos
en un frondoso y oscuro bosque. A lo lejos se veía una pequeña caseta, que
parecía estar abandonada. nos picó la curiosidad y entramos sin pensarlo,
mientras tanto Claudia nos esperaba fuera. Tan solo unos metros de haber
entrado descubrimos que era una trampa. La puerta se cerró, separándonos de Claudia y se prendieron unas antorchas de fuego a los lados de un pasillo. Estábamos aterrorizados, pero no había salida, así que continuamos por el
pasillo. Había jeroglíficos y dibujos muy extraños. Detrás nuestro había dos
fantasmas persiguiéndonos, salimos corriendo de ahí gritando y llegamos a una
sala con estatuas de piedra con un botón que decía “no pulsar”.
No teníamos salida así que procedí a pulsar el botón. Se rompieron las estatuas y salieron momias que no seguían. Cuando estaban a punto de cogernos, se quitaron las máscaras y descubrimos que eran nuestras madres disfrazadas.¡Fue el mejor Halloween de mi vida!
No teníamos salida así que procedí a pulsar el botón. Se rompieron las estatuas y salieron momias que no seguían. Cuando estaban a punto de cogernos, se quitaron las máscaras y descubrimos que eran nuestras madres disfrazadas.¡Fue el mejor Halloween de mi vida!
Daniel López Noriega 1º ESO B
No hay comentarios:
Publicar un comentario