Corría
el año 1956 y Ana fue a un pueblo en una tarde fría y brumosa…Era Halloween y había quedado con sus amigos a
las nueve y media para pedir caramelos y a Ana se la ocurrió ir a pedir a la
casa abandonada.
La leyenda cuenta que aquel que entrase en la casa un espíritu
le quitaba el alma y le encerraba durante toda su vida.
Ana abrió la enorme puerta y... cuando estaba dentro se cerró, dejando a sus amigos fuera. Los amigos
asustados fueron corriendo a sus casas. Ana cogió una lámpara, rompió el
cristal, pero antes de salir… Vio a un espíritu mirándola… la cogió el alma y
la encerró durante toda su vida.
Una vez al año en Haloween se abren
todas las puertas y ventanas de aquella casa y se la oye llorar todos los 31 de
octubre desde entonces..
CORAL CONCHA 1º ESO A
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