Nerea era una niña que vivía en una
pequeña isla junto con su hermano mayor, Nereo. Nereo quería mucho a su hermana
pero a veces era demasiado sobre protector.
Un día
Nerea, mientras jugaba cerca del borde de la isla, vio una sombra en el mar que
se acercaba hacia la costa de la isla. De pronto algo saltó del agua. Cuando la
sombra se dejó ver Nerea se quedó sin
habla. Era una sirena. Se pasó la tarde charlando con ella, se llamaba
Lia. El sol cayó, su hermano la llamaba
para cenar, pero Nerea no aparecía. Cuando le encontró hablando con Lia se
asustó y la apartó de ella. Nerea no
comprendía nada. ¿Por qué Nereo temía a Lia? Nereo tampoco sabía por qué la
temía pero no le trasmitía buenas
vibraciones.
-
No quiero que vuelvas a hablar con esa sirena.- Dijo
muy serio Nereo
-
No entiendo porque… - Dijo Nerea sorprendida. Nunca
antes había visto a su hermano tan preocupado por ella.
A la mañana
siguiente, cuando Nereo seguía dormido, Nerea se fue de casa encontrarse con
Lia. La pidió que la llevase con ella. Lia así lo hizo. Le dijo a Nerea que
bucease y que respirase bajo el agua. Nerea no estaba muy segura de eso pero
confió en ella y descubrió que podía respirar bajo el agua. La llevó a la Atlántida y descubrió
las maravillas del mar.
Cuando
Nereo despertó no tardó en darse cuenta de que Nerea no estaba. Por alguna
razón él sabia que se había ido con Lia. Encontró una barca en la orilla de la
isla con un remo. De pronto vio un rastro negro por el mar. Ese debía de ser su
rastro. Siguió la mancha negra del mar hasta que desapareció. Nereo,
inmediatamente, se dio cuenta de que habían ido hacia abajo. Rápidamente se
sumergió y vio la
Atlántida. Se quedó sorprendido, nunca imaginó que bajo el
mar existiese una cosa así. Instantes después vio a su hermana jugando con
Lia pensó que tal vez la había
prejuzgado.
Nereo se
acercó a tocar una fina bóveda que cubría la Atlántida. Pero en
cuanto la tocó, el mar se tornó completamente negro. Nereo no sabía por dónde volver a la
superficie y murió ahogado.
En cuanto a
Nerea, cuando vio que lo que las cubría ya no era el mar si no una capa negra
se asusto mucho e instantes después murió ahogada. Pues Lia, al inicio de su
trayecto, la concedió el poder de respirar bajo el agua ahora se lo había quitado.
El mar
donde ocurrieron estos terribles hechos ahora se llama el Mar Negro porque
aunque la mayoría de la gente no vea esa capa negra en vez del mar hay gente que si lo ve.
PAULA
SÁNCHEZ 1º ESO A
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