LA ESPELUZNANTE NOCHE DE HALLOWEEN

En Liencres, un pueblo al lado de Santander, se acercaba la noche de Halloween, la fiesta era muy conocida. Ningún año había ningún tipo de problema. Pero este año no era igual, la gente olía la tragedia y muchos mosquinos decidieron pasar Halloween fuera de Liencres. Este año unos jóvenes disfrazados estaban causando miedo a los habitantes del pueblo, se había corrido la voz de que habían asesinado a unos jóvenes de otro grupo; no obstante había algunas personas que aseguraban que no eran malas personas, por lo cual, no mucha gente salió esa noche.

                 Ya por la noche se calmó el ambiente, las personas lo estaban pasando bien hasta que de repente alguien gritó:

-¡Ah!¡Me han disparado a los pies, ayudadme por favor!-dijo Álvaro.

La gente que acudió a socorrerle no se dio cuenta de que los jóvenes del grupo, desde el escenario, habían empezado a disparar a la gente de la fiesta, pero un grupo de niños consiguió salvarse. Esos niños eran del grupo de amigos de Olivia, que como se sabía el pueblo como la palma de su mano, les había llevado por un callejón para llegar a su casa, donde sus amigos la atiborraron a preguntas:

-¿Quiénes eran esos?-dijo Bruno.

-¿Falta alguien del grupo?-preguntó Marina.

-¿Cómo te sabías ese camino?-saltó Irene.

-Nadie está herido,¿verdad?-dijo Mario.

-Sí, yo-respondió Eva-me he caído corriendo y me he clavado una copa rota.

Olivia trata de calmarles y trae el betadine, para curar a Eva:

-Calmaos chicos, tenemos que coger comida y bebida y meterlo en mochilas-dijo Olivia.

-Vale-dijo Mario-¿Pero qué hacemos después?

-Tendremos que coger un autobús para ir a pedir ayuda a Santander-añadió Olivia.

         

                  Cuando llegaron a Santander nadie les creía y los chicos se desesperaban. Pero en el último intento dieron con un hombre que decía que podía ayudarles aunque los chicos no se lo creían del todo, aceptaron. Cuando fueron a hablar con el señor, este les dijo como solucionarlo. Así que los chicos volvieron al pueblo y consiguieron echarles, ya que todo el mundo les ayudó.

                                                                 

                                                                                                                   Olaya Negro   1ºA