Era un día de verano, un catorce a agosto para ser exactos.
Era el día de mi cumpleaños.- ¡ Ah! por cierto, me llamo Nick y he cumplido
trece años-. Para celebrar mi cumpleaños he invitado a mis amigos a dormir a mi
casa, ellos son mi mejor amiga, Madison, mi mejor amigo, Deven y Page que
aparte de ser la mejor amiga de Madison también es de mis mejores amigas.
Y ahora te estarás preguntando, y ¿ qué haréis?, ¿ a qué vais
a jugar?. Pues hemos decidido que jugaremos a la ouija.
Cuando llegamos a casa, nos situamos delante de la ouija, no
sabíamos qué hacer, ¿ jugábamos o no?. -Sí, jugamos-, acabamos decidiendo.
Abrimos el juego y empezamos a hacer preguntas, al cabo de un rato nos acabamos
cansando del juego, preguntamos -¿ podemos cerrar el juego?- y el juego nos
contestó que -¡No!-, lo preguntamos cinco o seis veces más, y siempre la misma
respuesta, -"No"-.
En nuestras cabeza todos nos preguntábamos y ahora ¿ qué?.
Entonces la ouija leyó nuestros pensamientos, ya que al momento nos vimos
teletransportados al salón de mi casa, frente a una pantalla en la que aparecía
la indicación de tres pruebas. Pregunté -¿ las tenemos que hacer?- y en la
pantalla apareció un -"Sí"-.
Empezamos con las pruebas. La primera nos indicaba que
teníamos que coger el cuchillo más afilado de la cocina de mi casa, no sería
difícil porque mi madre estaba durmiendo, así que fuimos a la cocina y cogí el
cuchillo, muy fácil esta primera prueba.
La siguiente prueba no fue tan fácil, nos indicaba que
teníamos que ir a la tienda de armas que había frente a mi casa, tendríamos
después que robar una pistola. Cuando llegamos a la tienda vimos que la entrada
tenía cámaras de seguridad, así que con tuvimos que romperlas para poder
entrar. Luego rompimos la puerta de entrada y cogimos un arma rápidamente, para
irnos corriendo.
Tuvimos que ir a por la última prueba, la prueba indicaba que
teníamos que coger una cuerda, entonces fui al cuarto de mi hermana que estaba
dormida y cogí su cuerda de saltar.
Con los tres objetos volvimos frente a la pantalla, y
preguntamos, -¿hemos terminado ya?-. Entonces en la pantalla apareció escrito,
- No, solo falta una prueba-, nos miramos entre nosotros, no sabíamos qué
hacer, y volvió a aparecer escrito, - Uno de vosotros tendrá que morir con un
objeto de los que habéis cogido-.
Yo grité, -¡No!- y cerré el juego.
Entonces aparecimos en un mundo paralelo en el que no
conocemos a nadie, estamos asustados, así que por favor, - ¡ Ayúdanos!- .
¡Qué historia más entretenida, Clara!
ResponderEliminarMe ha encantado, lo del final te lo has trabajado mucho.
ANDREA DE LA GÁNDARA AGÜERO
muy guay me mola mucho
ResponderEliminarNo me ha gustado , no da miedo pero es muy original
ResponderEliminarYeray 1A
me ha encantado el libro porque mantiene el suspense todo el rato, haz una segunda parte
ResponderEliminarsoy Lua Bediaa
EliminarLa historia esta muy chula y es muy original
ResponderEliminarÁlvaro Cervantes
Bueno se chulo pero no mola, es original pero, no da miedooooooooooo!
ResponderEliminarMe ha gustado bastante, pero no me ha dado mucho miedo, creo que la ouija es un buen elemento para la historia
ResponderEliminarMartín Goldfarb
esta bien
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