martes, 4 de diciembre de 2018

ZOMBIES EN LOS PUEBLOS


En un pueblo lejos de aquí, se acerca el día de su fiesta, siempre pasaba algo raro. Era una especie de fiesta de disfraces. Todos estaban en la plaza principal celebrándolo, excepto unos niños que se estaban todavía vistiendo, cuando de repente sonaron las campanas de la iglesia.

En ese momento, los niños salieron de sus casas intentado averiguar lo que había pasado, porque no suelen sonar las campanas y menos a esas horas. Bajaron corriendo desde arriba del pueblo para ver lo que estaba ocurriendo y no les gusto lo que vieron, todos se habían convertido en zombies. Se fueron corriendo de allí, pensando qué hacer y se dirigieron a otro pueblo cercano, allí era todo normal. Los niños se dirigieron a algunos amigos, pero no les creyeron, excepto un señor muy viejo, sin familia y tuerto que les dijo que él les creía y tenía un antídoto para curar a los zombies, pero debían tener cuidado. Los niños aceptaron y se fueron corriendo a otro pueblo un poco más lejos, pero no se les ocurría cómo darles el antídoto. Mientras se dirigían al otro pueblo, vieron un tractor y… pues claro, a Marta se le ocurrió una idea, pero tenían que llegar mucho antes que los zombies. Siguieron corriendo y al fin llegaron.

Marta cogió el antídoto y lo derramó por encima del tractor, pero, ¿¡qué hacía!?, ¿por qué lo desperdiciaba de esa manera? Pero Marta estaba muy segura. Les mandó que se metieran en el tractor, pero solo accedieron unos pocos, los otros se alejaron. Cuando llegaron los zombies (que iban muy despacio) fueron directamente hacia el tractor y éste arrancó. Les siguió hasta un alto, y Jose paró el tractor, cuando se disponía a salir, Marta se lo impidió y les recordó lo que les dijo el anciano antes de irse.” La manera de liberar a los zombies es que se tomen el antídoto” es decir que se lo comiesen y se lo tragasen, y como los zombies se comen todo lo que ven, y si hay personas, mejor. Marta continuó con su plan. En cuanto llegaron al tractor empezaron a comérselo, cada boca que tocaba el tractor con el antídoto, zombie que se convertía en persona. No entendían nada. ¿qué hacían allí? ¿por qué estaban tan sucios? Pero Sara se lo explicó a todos, que no lo entendieron muy bien (todavía estaban aturdidos). Solo escuchaban las palabras zombie, campanada, viejo, antídoto y tractor. En cuanto los otros, nada más ver que el peligro se alejaba, se fueron escabullendo hasta llegar al tractor, vieron la hazaña. Todos estaban allí. Finalmente, todos volvieron al pueblo donde empezó todo y disfrutaron de la fiesta, excepto los niños que fueron a visitar al anciano, pero no estaba en su sitio, ni en el pueblo, nadie lo había visto. Había desaparecido. Nunca nadie volvió a saber de él.



                                                              Sara Mirapeix 1º A


6 comentarios:

  1. Sara me ha gustado mucho, y has dejado en suspense lo de el abuelo!!!!
    Me apetecería la segunda parteeeee

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  2. ¡Eso Sara!
    ¡Haz la segunda parte!
    me ha gustado mucho

    ANDREA DE LA GÁNDARA AGÜERO

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  3. me ha gustado mucho y me parece muy original

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  4. ME HA GUSTADO MUCHO AUNQUE EL VIEJO ES EL QUE LIBERO LOS ZOMBIES

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  5. si los liberó por eso los niños le fueron a dar las gracias pero ya no estaba... se había ido a buscar a gente con el mismo problema

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