Tras
haber creado a los demás dioses y los continentes, Mijörd decidió crear unas
criaturas, las cuales podrían sobrevivir en las zonas más frías donde él
residía. Creó a los Fjördenses quienes tenían un gran ingenio y la capacidad de
aprender de sus errores pero también eran independientes e impredecibles. A raíz de esto Mijörd
decidió crear un artilugio llamado el cuerno invernal, el cual permite
controlar a la humanidad a todo aquel que lo haga sonar. Este artilugio estaba
hecho con uno de los cuernos del gran mamut Miörd y dios de los animales
invernales, que además era el mejor amigo de Mijörd. Todo andaba bien, los
humanos prosperaron y crearon nuevas generaciones y aunque Mijörd no exigía
ningún tratamiento especial los humanos lo veneraban como su dios supremo que
era.
Un
día Mijörd oyó que un nuevo humano había llegado a la ciudad de Fjördia, la
cual fue llamada así por los fiordos que la rodeaba. Este humano no parecía
normal ya que al contrario de lo Fjördenses llevaba una ropa de color negro y
blanco y en vez de estar hecha de piel de oso polar estaba hecha de extrañas
plumas. Todos los dioses coinciden en que ese individuo no era más que un
viajero cualquiera e irrelevante, excepto Mijörd que sospechaba de él y hacía
bien en sospechar porque este era ni más ni menos que el dios Dörjim el cual
era el opuesto de Mijörd.
Dörjim
vivía en el polo sur que una vez fue una tierra fértil y repleta de especies
antes de su llegada. Dörjim trajo con sí el fuego y los volcanes destruyendo el
polo sur convirtiéndolo en un pedazo de tierra inerte y planeaba hacer lo mismo
con los dominios de Mijörd en el polo Norte.
Al
día siguiente de su llegada, el viajero se dirigió a la cueva de el mar de los
cuatro vientos del norte, lugar donde residían los dioses y donde se encontraba
el cuerno invernal. Dörjim logró esquivar todas las trampas gracias a sus
poderes y conseguir el cuerno, pero fue visto por Mijörd el cual fue enseguida
a avisar a los demás dioses. Dörjim hizo sonar el cuerno, controlando a los
Fjördenses. Mijörd y los demás dioses no querían destruir a los habitantes de
Fjördia pero sabían que si no lo hacían no podrían derrotar a Dörjim ya que se
encontraba camuflado entre los humanos. De repente, Mijörd tuvo una idea, el
lanzaría una bocanada de aire creando una ventisca de nieve que al caer sobre
Dörjim se derritiría. Mijörd lanzó la bocanada y al instante se convirtió en
nieve la cual al tocar a un humano que corría en las primeras filas se
derritió, Mijörd al ver eso le golpeó y
le apartó de la multitud que los demás dioses protegían. Al golpear al supuesto humano este se
convierte en lava revelando así su verdadera apariencia y tras una larga
batalla Dörjim cayó tras la mayor nevada que Mijörd había creado nunca.
Tras
su derrota Dörjim fue encerrado en la parte más profunda de la cueva del mar de
los cuatro vientos del norte pero esto no era suficiente para retener a Dörjim.
Así que Mijörd tenía que ir y crear una ventisca cada vez que Dörjim se
escapaba, creando nieve sobre todo el polo Norte.
HÉCTOR
PARDO 1º B
No hay comentarios:
Publicar un comentario