Al principio de los tiempos,
Afrodita era la diosa más feliz. Nunca dejaba de sonreír y alegraba a todos.
Siempre miraba el lado positivo de la vida.
Pero un día se dio cuenta de que no
era perfecta. Ella estaba con Ateneas y vinieron Apolo y Hera a pedirla que la
resolvieran una duda, pero ella no sabía la respuesta, así que Ateneas, que era
el dios de la sabiduría, se la resolvió. En ese momento Afrodita se sintió mal
de no saber la respuesta y no poder ayudar. Ellos dieron las gracias y Ateneas
se despidió porque se tenía que ir. Afrodita se fijó en Apolo y pensó “¿Por qué
no puedo ser tan bella como es él?”. Unos segundos más tarde, vino la familia
de Hera. A Afrodita le pareció tan maravillosa y sintió tanta envidia de todo
que se enfadó tanto que creó un tsunami. Todos evacuaron y hasta que Afrodita
no se calmó no se acercaron a ella. Apolo, Ateneas y Hera la preguntaron que
qué la pasaba, ella respondió diciendo que tenía envidia de ellos.
Por eso, siempre que hay un tsunami,
es por la ira de Afrodita, que siente celos de cualquiera de los dioses.
ABRIL MARTÍNEZ 1º B
No hay comentarios:
Publicar un comentario