En la antigua Italia hacia un rey llamado Raven. Este era el
rey de Sicilia, Raven vivía con su mujer (Catalina) en Catania, la capital de
Italia. Catalina estaba embarazada de Raven. Él siempre quiso una niña porque pensaba ellas eran más
responsables y listas que los niños.
El esperadísimo día para Raven, no fue tan bueno como él
pensaba. La hija que Raven deseaba tener
se convirtió en un hijo, pero no un hijo normal, ¡un gigante! . Catalina le había engañado con un gigante. Esto era
obra de un dios, porque los gigantes no existían en este mundo, seguramente hubiese
sido el dios Abel. Izaro tenía una enfermedad que consistía en que tenía
muchísimos granos y cada vez que lloraba se le caían 300 de los 2.000 que podía
llegar a tener, cada vez que se le caían 300 se regeneraban otros 300, entonces
nunca se le caerían todos
. Izaro, iba al colegio como todos los niños de su edad, pero
como no cabía en la clase, las clases se daban en un parque cercano. Cada niño
tenía una peculiaridad, Yeray que era un semi-dios (hijo de Abel), tenía el
poder de que todo el mundo le creyese aun que fuese una mentira, Eva que era
otra semi-diosa, ella tenía el poder de poder volar y Aitana que también era
una semi-diosa tenía el poder de juntar a dos personas para que se enamoraran.
Todos los niños de la escuela le insultaban y le hacían
sentir mal. Día tras, día le hacían llorar y si lloraba se le caían los 300
granos, y como él era tan alto estos granos se convertían en granos de hielo y
así se formo el granizo. La palabra “graniza” viene de,
grano y de Izaro.
MATEO REBOLLEDO 1º ESO A
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