Farello es el emperador del
imperio romano. Tenía mucho poder, pero el era un hombre muy cobarde y débil. Cometió masacres contra pueblos por
sus creencias, entre ellos Lurdes. Pero el quería mas poder, fuerza y valor. Un
día en su palacio en Roma, uno de sus multiples criados le confesó que había
una vieja hechicera que hacía mas fuertes a las personas. Asique, pese a su
odio hacia los aldeanos de Lurdes, decidió ir.
El viaje fue largo y cansino ya
que había que atravesar montañas, ríos y valles. Después de 1 semana, al fin
llegaron sus soldados, su criado y el a
Lurdes. El criado, que viajó con el le dirigió hasta la vieja casa de la
hechicera, Aprima. Aprima era vieja y
siempre estaba de malhumor. Raramente salía de su casa. Farello pensaba que
iría, tomaría la poción y volvería a casa. Pero, lo que no sabe es que hace
escasos años, sus soldados mataron a su familia y les quemaron las casas.
Asique, Aprima no se quiso quedar de
brazos cruzados. Pensó un plan muy bueno para hacerle sufrir el resto de su
larga vida. Cuando el y sus soldados entraron en la vieja casa, no sospecharon
nada. Después de estar 10 minutos en la cocina, Aprima, con una sonrisa en la
cara, salió con la poción. Pero a esa poción la había añadido otra, que hace
mil veces mas fuerte el efecto de otra poción.
Después de unos días, en su casa,
empezó a notar efectos. Sus brazos y cara se hinchaban, y sus piernas se hacían
mas grandes. Pero tras unos días mas, Se había vuelto gigante. Tanto que se
metió en el mar y se hundió hasta el fondo. Al llegar al fondó, causó un gran
terremoto. Se quedo dormido y nunca volvió a salir a la superficie. Cada vez
que se moviera, causaría un terremoto. Y así hasta que muriera, que sería
dentro de miles de años por culpa de la poción.
CÉSAR BEASLY 1º ESO A
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