En una tarde de verano, mis hermanas y yo fuimos a visitar un hotel abandonado, aunque me dio mucho miedo nos lo pasamos genial. En resumen, os cuento la historia.
Llegamos al hotel y estaba en muy malas condiciones. Las
camas destrozadas, las mesas. Nos separamos para ver el hotel y de repente se
empezaron a mover cosas de la nada, no le di importancia y seguí. Estaba viendo
las habitaciones de la segunda planta y ellas como siempre intentando
asustarme, les dije que se estuvieran quietas, que podía ser peligroso. No me
hicieron caso y se fueron, de repente escuchamos el motor de un coche, bajamos
a ver el coche y no había nada, nos empezamos a asustar. Había un señor vagando
por el jardín de ese terrible hotel, fuimos a preguntarle que hacía ahí, nos
dijo que nos fuéramos por que su hermano y él fueron a ese hotel y los mataron
a él y a su hermano intentamos salir del hotel pero tenía la puerta cerrada,
volvimos a ese temible y destrozado jardín y dije a mis hermanas que ya no
estaba ese temible hombre encapuchado. De repente un fantasma nos dijo “os lo
estáis pasando bien” con una voz muy grave. Respondimos que no y que nos
dejaran salir de aquel asqueroso lugar, nos dijo “yo no tengo las llaves”.- Parecía
majo el fantasma, nos hicimos amigos y nos contó cómo murió.
Cuando llegaba la hora de irnos se lo dijimos a nuestro amigo
fantasma, nos respondió que nos iba a conseguir las llaves para que nos fuéramos
a casa. “Chicos, no hay peligro venir” dijo el fantasma. “Quien tiene las
llaves de la puerta principal” y un fantasmita muy mono le dijo a nuestro amigo
fantasma, “Yo las tengo papa” era su hijo, me conto que “mi hijo y yo morimos
en un accidente de tráfico”. Nos abrieron la puerta, llego la hora de
despedirse y nos dijimos adiós. Llegamos a nuestra casa y nos castigaron una
semana sin salir, pero valió la pena.
BORJA DE FRANCISCO 1º C
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